Parece que hoy el sol sonríe y me empuja a ir fuera.
Tal vez sea yo, o sólo que la primavera empieza a entrar en mi,
sacudiéndome su propia astenia, e invitándome a sonreir, y a
mejorar a cada instante.
El cielo parece limpio, y todo va yendo, poco a poco, sin las
prisas de antaño, que, como pidiendo aire a gritos, me agobiaban.
Ahora toca que el agua limpie la piel en esa caricia que suele
dar, agradable y templada. Luego...¿quién sabe? tal vez encuentre
la paz de los días en el fragor de la batalla diaria contra el
fracaso del alma.
La vida sonríe, y yo estreno una nueva forma de enviar al blog
que aún no había usado: el correo electrónico. :)
jueves, mayo 12, 2005
Nuevo día
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