lunes, mayo 23, 2005

El viento que se va

Parece que fué ayer cuando fué la party. Allí le vi de nuevo. Era un chico bastante alto y delgado, por veces, moreno.

Era muy agradable, de esas personas que te gustaría ser 'de mayor'. Era más joven que yo, pero la verdad... ¡quien fuese él! - pensaba.

Todo parecía sonreirle. Tendría sus problemas, como todo el mundo, pero la verdad, no me acuerdo un día que no le viese con una sonrisa en la cara.
La verdad, le empezaba a tener estima, porque siempre se le veía animado y abierto a hablar, dialogar, pero sobre todo, a sonreir.

Era compañero de titulación (sí, de informática). Yo le admiro. Sí, le admiro, aunque se haya ido.

El pasado miércoles se convocaron minutos de silencio al principio de las clases en su memoria. La carretera se lo llevó, y como pasa con el viento maino, sólo deja su particular rastro en aquellos y aquellas que le han conocido.

Descansa En Paz, Héctor.

Forza4

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