jueves, junio 10, 2010

El papel de la red

Leo, gracias a un re-twitt de @aasuero, un artículo de Ramón Lobo, titulado "Periodismo, papel, Internet y Eskup".

En él, además de (en su parte final) hablar de la red social promocionada por el diario El País, también habla del periodismo, diciendo que no cree en el Periodismo ciudadano, porque no cree en el Ciudadano-Periodista del mismo modo que no cree en el Ciudadano-dentista.

Con todo, pienso que la orientación del artículo, aunque tenga su interés, peca de un cierto exclusivismo profesional.

Yo, que aún sigo buscando un futuro profesional estable en la informática, con todo, pienso que hay una cosa, cada vez, más clara: nos guste o no, cualquier negocio basado, principalmente, en la información (sea en su elaboración, gestión, remezcla, resumen,etc.) se va a topar con que el suelo bajo sus pies siempre se va a estar moviendo, y que, le guste más o menos, que su trabajo se va a democratizar.

¿Qué significa? Pues que los modelos de negocio de la información tienen (y tendrán) una alta volatilidad y, sobre todo, que no tienen -ni deberían tener nunca- limitaciones mayores que lo que estemos dispuestos a hacer con ella, con la -tal vez- única salvedad de los datos personales, puesto que estes, ya entran en contacto directo con las personas a las que referencian.

Por todo ello, podemos hablar de intrusismo en nuestras profesiones, podemos decir -cuando es verdad-, que no hay como una persona formada en una profesión, para realizarla. Con todo, decir que el periodismo ciudadano es algo en lo que no hay que creer, es como decir que una persona de formación media no es capaz de escribir un buen artículo, lo que, sencillamente, pienso que es un error.

Y si la profesión periodística es, según el propio Ramón Lobo:

Los periodistas damos noticias, contamos historias y desvelamos lo que alguien desea ocultar en beneficio propio o de un grupo. Los periodistas somos, en el mejor de los casos, unos tocahuevos profesionales, piedras en el zapato, gente preguntona y molesta que no persigue la palmada ni el halago del poder sea cual sea su forma y talante.

Entonces, esa profesión está viviendo una de sus mayores revoluciones, y uno de sus mejores momentos, puesto que, si se aprovechan las sinergias del periodismo ciudadano (pues todos conocemos alguna historia, todos tenemos algo que contar), todos saldremos beneficiados.

Los periodistas de carrera, porque tendrán aún más fuentes -e, incluso, más fiables- de documentación; y, porque, además de su ejercicio profesional, tendrán mucho más público al que dar cursos (una vía de crecimiento personal e intercambio de opinión, así como de financiación de alta calidad).

Los demás humanos (no sólo ciudadanos), porque se abrirán ante nosotros, muchos más foros en los que intercambiar opiniones, cotejar informaciones, y, en suma, elaborar el conocimiento, de una forma mucho más abierta, colaborativa, y -con gran seguridad- mejor.

Por todo ello, me gustaría que, ya desde esta entrada, se fomentara un debate abierto sobre los caminos del papel, o, mejor dicho, el papel de la red, y de las personas que se encuentran por este medio, en los medios informativos del futuro. Eso sí, teniendo en cuenta que, por mucho que se quiera, porque una información esté en la red, nunca va a ser de 2ª división, y que, si se quiere -y se sabe cómo-, va a poder ser tanto o mucho más cotejada, que cualquier información "en papel".

Por último, decir que, con todo, el papel no está muerto, a mi ver. Tiene mucha vida, pero hay que saber dársela. Seguramente, en los próximos años veremos como los medios en papel adelgazan, pero, aún así, se convierten en el vehículo ideal para servir de "enlace" de las personas con el mundo de la información que vive, crece y evoluciona en Internet.